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miércoles, 25 de abril de 2007

En marcha con los "corazones rotos"



Por Laura López Camacho

Es la estación del metro Guerrero, alrededor de las 11:15am, la gente observa un poco admirada, a un sector juvenil que sale de lo normal, vestidos de negro, con los cabellos poco peinados, cara pálida, labios encendidos y una mínima expresión facial, todos rumbo a un mismo sitio, “El Tianguis Cultural del Chopo”.
Son las 11:20am y el metro llegó al destino final, la estación Buenavista, las puertas se abren y el panorama no es muy diferente: jóvenes de entre 15 y 25 años, van y vienen en pasarela de estilos diferentes, van desde los pantalones rotos y ajustados con cómodos tenis, otros con grandes botas de charol y piel con enormes hebillas y pantalones negros de terciopelo, aunque parece que sus cabelleras marcan un estilo, la gran ausencia del cepillo es muy notoria, van emocionados pero con rostros poco expresivos.
A las puertas del metro se pueden ver una de las tradiciones de este tianguis, el trueque, a cargo de hombres que se ve que han dejado su vida en este lugar, sus años se notan en el color de su cabello, con la juventud en sus ropas y la experiencia en sus palabras, intercambian discos y literatura, al salir podemos encontrar un sin fin de rosas de aspectos poco vistos, todas con una misma característica, su color negro.
Al recorrido del tianguis es fácil tropezar con algunos de estos muchachos, que gustan de sentarse en el suelo de la entrada, a disfrutar de unas frías cervezas, o simplemente como punto de reunión entre ellos.
Este tianguis tiene 26 años de historia y tradición, aunque su objetivo inicial era sólo por dos meses, su popularidad ha hecho que se vuelva un sitio de expresiones diferentes, en él podemos encontrar artículos como ropa, tenis, accesorios, literatura pero principalmente música no comercial, su característica es el impulsar y dar espacio a bandas de música Rock, Punk, Garage Rock Punk, que están en busca de dar a conocer su manera de pensar, de trasmitir su ideología y marcar su propio estilo.
Los accesorios en su mayoría son hechos por ellos mismos, con materiales como madera, caucho, acero y cristal, con diseños étnicos un poco hipiosos, la ropa en su mayoría es para los que les gusta vestir rockeros o punketos y si quieres cambiar un poco tu imagen las rastas, perforaciones y tatuajes te los puedes venir hacer en cualquiera de los locales colocados en este espacio.
Al final del tianguis se encuentra el espacio más codiciado por las bandas que se dedican a hacer música y sueñan en poder presentar su trabajo en este escenario, es el callejón, en donde han pasado miles de bandas y que tiene una gran lista en espera.
Son casi las 12:00, el callejón se va poblando poco a poco, en la espera de ver y escuchar a “Las Ultrasónicas” banda de Garage Rock Punk, integrada por mujeres, las cuales hacen la promoción de su tercera discografía titulada “Corazones rotos”.
“Corazones rotos” es la tercera producción que además cuenta con la participación del Güero ( integrante del TRI) en la que les permite a Jenny Bombo, Ali Gua Gua y Roxxy Glam seguir compartiendo su ritmo musical, a un sector de jóvenes que se identifican con ellas y con su estilo tan peculiar de hacer Rock. Las ultrasónicas, son un grupo que con su anterior producción, “OH SI MÀS MÀS”
Les permitió regresar a los taquines de sus inicios, en lugares poco elegantes donde no se puede distinguir la variedad de olores y personajes.
Con sus producciones anteriores Las Ultrasónicas han viajado a lugares como California, Texas, Chicago, Colombia, también participaron en el festival VIVE LATINO edición 2003, Las Ultrasónicas originales del Distrito Federal, firmadas bajo la compañía Electro Harmonix (disquera de sólo vynil filial de Munster Records en Madrid) y producidas por Alejandro Marcovich, demuestra que no son ningunas improvisadas y que además poco a poco se introducen en lugares que les permite que cada vez más gente las conozcan.
Poco saben que detrás de esa apariencia ruda y poco amistosa, Las Ultrasónicas gustan de estar con su familia, que cada vez que se bajan del escenario dejan atrás su maquillaje cargado y su ropa desgarrada por cómodos pans, cabellos recogidos, y cambian las guitarras y las batacas, por las mamilas y los utensilios de cocina, son admiradoras de la música en general, aunque poco a poco han desarrollado su gusto por el Rock confiesan que en su adolescencia escuchaban a Cristian Castro, Lupe Dalessio, Agustín Lara, Rafael Carral y en contraste a los Ramones y Ven Zeppelín..
Además, piensan que la moda es arte y para ellas va de la mano, se declaran románticas y en el plano sentimental llegan a ser un poco melosas. Ahora se acompañan de Juana Chang, de nacionalidad Argentina, una trota mundos como ella misma se califica con su sencillo de Pausa Play, acompaña a las ultrasónicas en su promoción por la República, además de participar en el Chopo, visitarán Puebla, Cholula y el Cabaretito VIP.
Al sonido de las guitarras los jóvenes comenzaron a concentrarse en el centro del callejón , con aplausos y gritos las recibieron, el calor cada vez era más abrumador , en el ambiente no sólo se sentía la emoción y la vibra del público presente, se dejaba oler un incienso relajador que permitía aún más sentir esa adrenalina que se desprendía del cuerpo, a cada salto y empujón que se daba uno con otro al compás de la música, alrededor más jóvenes que no se integran a la convivencia que se vive en el centro, un poco alejados observan como transcurre la presentación, en el aire se dejan ver vasos y botellas que pasan de un lado a otro.
Los jóvenes van calmando su emoción, para darle la despedida a sus ídolas, y recibir con curiosidad la participación de Juana Chang , para darle cierre a la participación de las Ultrasónicas, mientras que ellas a un costado del escenario firman algunos CD, y conceden fotos a sus fans. En el tianguis se pueden ver y sentir diferentes personalidades y culturas, además de vivir emociones diferente.

Chopo: A 26 años de una cultura plural






Por Ortega Cedillo Karla

Antes del medio día, los comerciantes de las calles que están a un costado de la biblioteca “José Vasconcelos”, se preparan para recibir como cada sábado a todos aquellos que encuentran en este tianguis un lugar de identificación y distracción de acuerdo a sus ideas y gustos.
Todo transcurre rápidamente, sólo se tiene aproximadamente ocho horas para poder llenarse de toda la pluralidad que hay en este lugar.
En la esquina, al comenzar la calle podemos encontrar desde el que vende su patineta en veinte pesos, sus tenis converse con la clásica cajita negra, pasando por aquellos diseñadores que muestran ingeniosos artículos hechos por ellos mismos, hasta los que se adueñan de un lugar poniendo su auto cerca para ofrecer pantalones y playeras en su mayoría.
Más adelante se encuentra una serie de puestos donde las prendas y todo aquello que se vende es peculiar, nada es igual, sólo el color negro que predomina en cada rincón del tianguis.
Aquí se puede encontrar los discos que son difícil de adquirir, discos originales o piratas de grupos con nombres extravagantes como Apocalíptica, Him, Metálica, entre otros.
Las playeras, son tanto de los grupos como de una imagen ingeniosa donde un osito tierno tiene un hacha con cara de querer matar a alguien, parches donde no aceptan a los fresas diciendo: “si ves un fresa: ¡matalo!”, pintura vegetal para en cabello, e incluso peluches transformados en un come galleta o un elmo con rastas, collares, pulseras y aretes con un toque de originalidad que hace que se vendan inmediatamente.
Las personalidades que se encuentran aquí son de un tono muy peculiar, el negro y el vino son sus colores aliados para poder encontrar identificación con los que asisten al lugar, ellos son los darketos que son lo más representativo de éste lugar. En el tianguis es común verlos, mientras que por el resto de la ciudad son señalados y vistos como si no fueran seres humanos. Mientras que otros se han diversificado, en punketos, skatos, y los llamados semi punketos o los “Allison” de acuerdo a Claudia de 19 años que asiste frecuentemente al Chopo.
Todo el día hay concierto de grupos o bandas que tocan unos cuantos minutos en el escenario principal al fondo del tianguis, ese sábado se esperaba la presencia de Las Ultrasónicas. Había mucha gente que esperaba su presencia en el escenario, el calor, esa tarde era infernal, pero realmente a todos sus fans eso no fue motivo para abandonar el escenario.
Antes de ser anunciadas Las Ultrasónicas, muchos chavos las esperaban con ansia, a tal grado de agredirse buscando el mejor lugar para verlas o los que llegaron tarde por lo menos escucharlas. A lado del escenario hay un puesto de tacos que es muy conocido, donde la dueña del lugar menciona que ha sido parte de este lugar desde sus inicios, “¡hay!, que muchachos tan locos estos, siempre se ponen así cuando vienen ellas, las quieren mucho aquí”
El concierto había comenzado pasadas las 2:30 de la tarde, todos estaban disfrutando, bailando gritando y coreando las canciones de Las Ultrasónicas, a tal grado que se sentía como cimbraba el piso con cada salto que daban, ellas tocaron aproximadamente cinco canciones, las personas asistentes se las sabían de memoria, así que no era necesario que las integrantes del grupo cantaran.
De acuerdo a una señora de cuarenta años que ha estado sábado con sábado en el tianguis desde hace veinte años, la esencia del Chopo no ha cambiado, por que siempre se ha optado por la pluralidad de ideas en este lugar, sin embargo “el capitalismo” se ha adueñado un poco de los vendedores, ya que de acuerdo a ella muestran también algo relacionado con los grupos “plásticos, semirokeros o semipunketos, que nos venden en televisión”
“Realmente muchos de los niñitos que viene aquí no es para disfrutar de la cultura que se encuentra en este lugar, si no para encontrar algún articulo que tenga que ver con sus grupos favoritos así, como el tratar de encontrar un lugar y un grupo de identificación que al poco tiempo desaparezca” comenta Verónica de 26 años.
Estén o no de acuerdo las personas que visitan este lugar una que otras, se puede encontrar mucho de las culturas urbanas, donde para algunos el consumir es esencial, mientras que para otras el escuchar bandas y pasar un buen rato es lo que los hace regresar cada sábado a este lugar, la tarde se había nublado y nos mostraba que era tiempo de terminar con la estancia de muchas personas aquí, pero no terminaba con las visitas de cada sábado de los que consideran al Chopo como parte de su vida.