miércoles, 25 de abril de 2007

Un corazon en Sociedad



Un corazón en sociedad


Por Natal Cosío Verónica Idalia





Una muchedumbre de ojos persigue con curiosidad creciente los movimientos de un tipo llamado Jorge: flaco de greña negra larga, torso desnudo, en el cual llevaba una cicatriz que le abarcaba la mitad de su espalda; un pantalón desgastado y agujerado; este muchacho se ve enigmático al irse adentrando al tianguis, pues en sus ojos se le puede ver ese brillar que sólo lo caracteriza a él, esa manera de caminar como si estuviera en pasarela lo distingue.

En el escenario se escucha música heavy-metal mientras Jorge abre una cajita plateada de dimensiones reducidas y saca un corazón de res grande el órgano estaba atravesado por una estaca, el tipo se disponía a mostrarlo sin ningún inconveniente, pareciera que el corazón se encuentra aún palpitando como si tuviera vida, esto causa conmoción entre los espectadores, los cuales se preguntaban ¿para qué trae ese corazón?

La gente al ver esta acción emiten un profundo ¡agh!, pues les acerca la víscera a los espectadores, entre los cuales se encontraban dos dark se echan hacia atrás con gestos y asco por la víscera; uno de ellos con maquillaje blanco, cresta azul eléctrico adornando su look, en su labio superior se encontraba una perforación, su atuendo era algo conservador, su ropaje era de tonos obscuros destacando el negro y el morado, sin olvidar esas botas moradas, con gran plataforma que le llegaban a la altura de sus rodillas .

Este darki no identificado, pues no quiso dar ninguna información acerca de su persona, se le podía ver en sus ojos una mirada profunda y penetrante como si con esa vista estuviera desintegrando a la víscera que tanto asco le produjo pregunta un poco asqueado“¿es un corazón humano? ¿o de qué es ?” su chava, una darki con encajes negros, ojos verdes cual jade que dejaban ver esa sensibilidad que pretendía esconder, labios rojos como una apetecible granada, a esta chica la caracterizaba un lunar que se encontraba a lado de su boca, lacual daba una sonrisa grande que sólo ella podía sostener, su lunar la hacia ver sexy como a esas actrices de la pantalla grande, su cabello un poco maltratado negro azabache con las puntas rosadas le cubrían la cara que era tan blanca y suave como un algodón, le susurra “no güey”, es de cerdo o algo así” mientras los demás respiraban hondo al ver cómo colocaba el corazón en el asfalto caliente, como si estuviera en un sartén, que parecía que lo iba a deshacer la temperatura, al terminar, en tono bajo dijo “Ausencia que se envuelve con el frió, vació que se cobija con la ausencia”.

Al pasar unos segundos, Jorge dirige su mirada a los espectadores y les da las gracias por estar presentes, el artista plástico y escénico, explicó que daba esos presentaciones pues considera que es sano hacer del dolor arte, y no verlo como lo fatal, por ese motivo me atrevo a realizar escenas de estas.

Sin decir nada más se va alejando, dejando el corazón en el asfalto quedaron perplejos y confundidos, pues no entendieron del todo lo que en realidad quiso mostrar este artista, era algo abstracto.

A lo lejos solo se dejaba entre ver, bajo el sol caliente y sofocante esa cabellera negra y ese caminar tan singular, que lo caracterizaba de la cantidad de gente que se encontraba en el tianguis del Chopo, pues claro era un artista escénico, este se hacia llamar “Jesucristo del barrio”, por la manera en que representaba el dolor al que Jesucristo fue sometido. Ç








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